Narrador
Nivel : Mensajes : 20 Fecha de inscripción : 13/04/2010
| Tema: Calles de Zreith Mar Abr 13, 2010 5:11 pm | |
| ~(Aquí se roleará todo lo que se lleve a cabo en las calles de Zreith)~ Las calles de Zreith siempre están abarrotadas de gente. Llenas de tiendas y locales a ambos lados. Nadie se conoce, y al pasar la gente por al lado de los demás apenas presta atención en ella, como si el mundo se centrara en ellos mismos, siempre tan ocupados e importantes.
Y es que Zreith, además por conocerse a causa de su extensión, la segunda ciudad mas grande de todo Hell, pospuesta a Theresia, la capital, también es sabido de ella que es de las mas ricas en minerales por sus cuevas, en su montaña, y es por ello el centro de todo el comercio de él, tan útil y necesario para los herreros y mecánicos de todo el mundo. Y por ello, hay tantos comerciantes y nómadas vagando por sus calles, absortos en sus asuntos y preocupaciones de negocios.
Y por si fuera poco, por las noches, al parecer, se podría decir que se convierte en la ciudad de los jóvenes. Tanto para lo bueno... como para lo malo.
Última edición por Narrador el Mar Abr 13, 2010 5:51 pm, editado 2 veces |
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Naiemh Admin
Nivel : Mensajes : 48 Fecha de inscripción : 07/04/2010 Edad : 29 Localización : España
| Tema: Re: Calles de Zreith Mar Abr 13, 2010 5:34 pm | |
| Nada mas salir de su casa y despedirse de él, la joven, nueva, inexperta y recién Demon Weapon, ya tenía las decisiones tomadas. Pero antes de nada, tenía algo claro; debía irse de allí. No avisaría a nadie. Aunque tampoco había nadie al que avisar, puesto que a ella, suponía, ya le daba igual. Suspiró, recurriendo de nuevo a su gélida expresión en el rostro, y se pudo en camino a la taberna. Allí siempre habían encargos para hacer. Y es que, antes de nada, debía ganar dinero. No podría viajar sin el...- pensó. Era una auténica mierda- pensaba- tener que quedarse por allí un rato mas, y deseaba con todas sus fuerzas que aquel "rato" no se alargara a un maldito día mas, puesto que no pensaba pisar su casa de nuevo. Pero no le quedaba mas remedio. Al menos, no hasta estar segura definitvamente de que ella ya no volvería más. Cosa ya mas que clara, pero por si las moscas, durante un tiempo... ni hablar sobre ello.
Por lo tanto, no tardó en recoger lo poco que debía llevar encima, y se encaminó a la taberna. Escogería alguna misión sencilla y rápida, que no pudiera llevarle mas que segundos. Además, con su nueva adquisición del pasado día, aquella esfera que por el momento no se había atrevido a activar, todo debería ser mas fácil.
Tras ganar el dinero compraría provisiones y..., ¡en marcha! Suspiró de nuevo.
De repente, y ya de camino le había entrado pereza. Por qué tenía que meterse ella en aquellos marrones. -Ah, no, no me he metido yo solita...- pensó-. Cabrón.
Y suspiró de nuevo. Aquello era importante y no debía tomárselo en broma. Ni mucho menos tan a la ligera. Lo hacía por el, porque el no podía. Porque el ya no estaba.
Y sumergiéndose en sus pensamientos, siguió caminando. |
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